Altea, una joya en la Costa Blanca de España, cautiva a sus visitantes con su encanto único, combinando la belleza natural, la arquitectura tradicional y una rica oferta cultural. Situada entre Benidorm y Calpe, esta pintoresca localidad costera ofrece un ambiente tranquilo y sofisticado que la distingue de otros destinos turísticos.
El casco antiguo de Altea es uno de sus mayores atractivos, con sus estrechas calles empedradas, casas encaladas y vistas panorámicas al mar Mediterráneo. Aquí, los visitantes pueden perderse entre las tiendas de artesanía local, galerías de arte y acogedores cafés, disfrutando de la auténtica atmósfera mediterránea.
La iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con su característica cúpula azul y blanca, es un símbolo emblemático de Altea. Ofrece impresionantes vistas panorámicas desde su ubicación elevada. Los amantes de la arquitectura encontrarán fascinantes detalles en cada esquina mientras exploran este encantador pueblo.
Altea también es conocida por sus playas de arena dorada y aguas cristalinas, que ofrecen un lugar perfecto para relajarse y disfrutar del sol mediterráneo. La playa de la Roda y la playa del Albir son dos de las opciones más populares entre los visitantes.
Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural de la Serra Gelada ofrece impresionantes rutas de senderismo. Casi todas con vistas panorámicas de la costa y la posibilidad de avistar delfines en el mar. Cerca de Altea se puede visitar también Guadalest, un tesoro en la Costa Blanca. Tiene un impresionante castillo en la cima de un peñasco con vistas al embalse y un encantador casco antiguo.
En resumen, Altea es un destino que lo tiene todo: belleza natural, historia, cultura y una vibrante escena artística. Ya sea que busques relajarte en la playa, explorar el casco antiguo o sumergirte en la vida cultural de la ciudad, Altea te sorprenderá y cautivará con su encanto inigualable en la Costa Blanca.